En el mundo laboral actual, cada vez más empresas están adoptando las prácticas ágiles de trabajo como una forma de mejorar su eficiencia y productividad. Estas metodologías se basan en la idea de que el trabajo se puede organizar de manera más flexible y adaptativa, lo que permite a los equipos responder rápidamente a los cambios en el entorno y trabajar de manera más colaborativa.
Sin embargo, en medio de toda esta agilidad y flexibilidad, es importante recordar que hacer por solo hacer, no tiene sentido. Es decir, no basta con simplemente cumplir con las tareas asignadas o moverse rápidamente de una actividad a otra sin tener claro el propósito detrás de cada acción.
Una de las principales ventajas de las prácticas ágiles de trabajo es que fomentan la autonomía y la responsabilidad de los equipos, permitiéndoles tomar decisiones informadas y trabajar de manera autónoma. Pero esta libertad viene acompañada de la necesidad de tener una clara comprensión de los objetivos y metas que se quieren alcanzar (OKR´s).
Por lo tanto, es importante que los equipos no pierdan de vista el por qué detrás de su trabajo. Cada tarea que realizan debe estar alineada con un objetivo más amplio y contribuir de manera significativa a la consecución de ese objetivo. De lo contrario, se corre el riesgo de caer en la trampa de la actividad sin propósito, lo que puede llevar a una pérdida de tiempo y recursos.
Para evitar caer en esta trampa, es importante que los equipos se tomen el tiempo necesario para reflexionar sobre el propósito de cada tarea, aquí recomiendo que cada Épica del backlog de trabajo esté atada a un OKR principal, para así asegurarse de que los equipos o unidades de trabajo estén trabajando en la dirección correcta. Esto puede implicar hacer una pausa para revisar y ajustar los objetivos, o incluso replantear la forma en que se están abordando ciertas actividades.
En resumen, las prácticas ágiles de trabajo son una herramienta poderosa para mejorar la eficiencia y la productividad en las empresas, pero es importante recordar que hacer por solo hacer, no tiene sentido. Los equipos deben asegurarse de que cada tarea que realizan esté alineada con un propósito claro y contribuya de manera significativa a la consecución de los objetivos de la organización (OKR´s). De esta manera, se garantiza que el trabajo tenga un impacto real y significativo en el éxito de la empresa.
